miércoles, 9 de abril de 2014

Journey, la melodía de una travesía trascendental.



Journey fue un juego que a su salida en el año de 2012 sorprendió a propios y extraños en la industria y el mercado de los videojuegos, pues su sencilla estructura y mecánica de juego lo volvieron en un clásico instantáneo.


Uno de los elementos que destacan de gran manera en este título es su banda sonora, pues siendo el enfoque del juego la exploración esta tiene que enmarcar de buena forma el ambiente que rodea y va descubriendo nuestro misterioso personaje.


Austin Wintory fue el encargado de realizar la composición para el soundtrack de este título, y su trabajo es simplemente magistral. Las composiciones orquestales que Wintory realizó se centran especialmente en las flautas y violines, y los demás instrumentos acompañan y enmarcan muy bien a los instrumentos centrales.

El tono general de la banda sonora tiene un cariz melancólico y místico, y este cariz se refleja poderosamente con el tema de apertura "Nascence". Este tema abre y cierra con un tono melancólico del cello, dándonos la pauta de los sonidos centrales de las demás composiciones.


Todos los temas de los descubrimientos de los murales, de "Fist Confluence" a "Final Confluence" son variaciones de "Nascence", aunque cada una incorpora un nuevo elemento para poder diferenciar el poder narrativo de cada segmento, pues cada nuevo descubrimiento va revelando secretos de las pasadas civilizaciones que marcan el avance de distintas épocas y eventos.


Uno de los temas más dinámicos es "The Road of Trials", el cual ambienta el descenso de nuestro misterioso personaje principal por el camino empinado de las movedizas arenas que surcamos cual surfistas por entre las enormes ruinas de una enorme ciudad. La energía reflejada en esta pieza es acentuada por las flautas y flautines, y si bien los cellos siguen siendo parte fundamental de esta composición, otras instrumentos de cuerda alimentan de más energía a la pieza, entregándonos una canción cadenciosa que se aproxima a su cierre de gran manera con el compás de unas percusiones que apagan casi todos los demás sonidos, dando paso nuevamente a la melancolía del cello.



"Descent" es una pieza más opresiva, haciendo uso de unas percusiones que aumentan y disminuyen de sonido en momentos claves de la pieza, y si bien "Atonement" comienza con un tono parecido, sus percusiones más pausadas sirven más de marco al sonido meloso del cello, dotando a las notas de este instrumento de un cariz distinto al de otras composiciones, cerrando de una manera sublime con un cambio de tono enmarcado por los acompañamientos de unos sonidos que acompañan al cierre de las flautas.




"Nadir" es la pieza que nos hará compañía en el último tramo más cruel del ascenso a la cima de la montaña, y el contraste de esta pieza con las demás es creado por los medios tonos utilizados por los cellos, que van y vienen, suben y bajan en intensidad y volumen a lo largo de la composición, acompañados por los ocasionales pero más fuerte ritmos de las percusiones, y los sonidos de todos los instrumentos se van mezclando cada vez más cerca del final de la pieza, otorgándonos un cierre discordante que termina con un quedo tono del cello que se va apagando poco a poco.



Pero una de las piezas más poderosas es sin lugar a dudas "Apotheosis", pieza que tiene la estructura más melodiosa de la banda sonora, pues todos los instrumentos van teniendo su momento de ir dándole un sonido más vibrante gracias a sus más cuidados tiempos y transiciones, ya que al ser la pieza más larga le permite enfatizar de gran manera el poderoso cierre narrativo al título.



"I was born for this" es quizá la segunda pieza más brillante de la banda sonora, gracias a la melodiosa voz de Lisbeth Scott que ensalza los sonidos de esta pieza, ofreciéndonos un excelente cierre a uno de los mejores soundtracks de videojuegos creado a la fecha.



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